jueves, 30 de marzo de 2023

ALMERIA la desconocida

"Ten un poco de amor para las cosas: 

para el musgo...

para la fuente...

para las piedras y para las rosas.

En todo encontraras una belleza 

virginal y un placer desconocido...

Y sé humilde, y recuerda que algún día

te ha de cubrir la tierra que has pisado!"   Francisco Villaespesa, poema Humildad




Almería es mucho más que desierto y playa. Es una de las provincias más montañosas de España. Casi la mitad de sus poblaciones están situadas en la montaña y tiene cuatro sierras que alcanzan los 2000m de altitud. Es provincia de contrastes porque también tiene uno de los pocos desiertos que hay en Europa además de 200km de costa. En una semana que pensábamos estar allí teníamos mucho que ver por delante.

Entramos en la provincia desde la vecina Jaén, por la bonita carretera A-315 rozando el final de la Sierra de Cazorla, disfrutando del bello paisaje de la carretera.

Bordeamos el embalse del Negratin, continuamos hasta Serón y una vez allí nos adentramos por la A-1178 en la Sierra de Baza para enlazar, ya en Almería, con la Sierra de los Filambres. En esta última casi todas sus cumbres están a más de 1900m de altitud y es una zona rica en vegetación y arbolado. 

Vamos ascendiendo hasta los 1970m del puerto de La Venta Luisa y las vistas, igual que la carretera, mejoran todavía más.

Cogemos el desvió de la AL- 4404 para en unos pocos km, circulando por una carretera sinuosa entre bosques de coníferas, estar en Calar Alto, el monte más alto de los Filambres a 2168m de altura y donde se halla el observatorio astronómico más grande de Europa.

El Observatorio de Calar Alto tiene telescopios profesionales de hasta 3.5m de apertura y esta enclavado en un lugar privilegiado para observar el cielo. Se pueden realizar visitas guiadas con reserva previa. Una pena no haberlo gestionado con tiempo.

Las cúpulas blancas, como en los siguientes días pudimos apreciar, se venden desde casi toda Almería y por supuesto allí se disfruta de las mejores vistas de la provincia. Con Sierra Nevada, aún con nieve, al fondo nos dejamos embobar un rato disfrutando del paisaje.

Comenzamos el descenso para llegar al desierto de Tabernas y dirigirnos a Aguadulce donde nos alojaríamos.

Una vez ubicados en nuestro hotel la tarde la dedicaríamos a tener una toma de contacto con el pueblo, nos acercamos a la Oficina de Información y Turismo donde una amable señorita nos informó de todo lo que queríamos ver y nos aconsejó alguna otra cosa.

Aguadulce es un pequeño municipio que pertenece a Roquetas de Mar, anteriormente dedicado a la pesca hoy lo está por completo al turismo. Se halla entre Almería y Roquetas, a unos diez minutos de ambos lugares. Debe su nombre a la existencia de un manantial situado prácticamente a pie de playa, hoy en día con la creciente urbanización de la zona se eliminó el rastro de dicho manantial, pero en 2004 el Ayuntamiento instalo un pilar en la antigua ubicación de la fuente.

Su puerto deportivo es uno de los más importantes de la provincia y cuenta con una zona con numerosos locales de ocio.

Siguiendo el paseo marítimo nos damos de bruces con la playa, tiene casi dos km de largo, si sigues paseando se llega a otra, la de los Bajos donde se puede contemplar uno de los tres Taray que quedan. El Taray es un árbol de los etiquetados como singulares. Ha crecido a escasos tres metros del agua salada en condiciones adversas debido al viento y a la insolación. Los tres Taray que se conservan son testigos del Bosque que hubo en esta zona de la Ribera.

 

Hoy es un símbolo de Roquetas por su fuerza y resistencia.

Desde la misma playa continuando nuestro paseo se llega a Roquetas de Mar. Una vez allí nos encontramos con el castillo de Santa Ana y el Faro.

El castillo de las Roquetas o de Santa Ana data de 1501, siendo un baluarte para la defensa contra las invasiones externas. Destruido casi en su totalidad en 1804 por un terremoto fue restaurado y en 2005 fue declarado Bien de Interés Cultural. Su nombre "de las Roquetas" proviene de las numerosas rocas que situaban en el rompiente, pasando posteriormente a ser este el nombre del municipio.


El faro de Roquetas se construyó en 1863 y está inactivo desde 1942. Hoy, en buen estado y formando con el castillo un bonito paraje, se ha convertido en sala de exposiciones de artistas locales.

Al día siguiente nos esperaba nuestra ansiada ruta a Velefique y Bacares

El Puerto de Velefique se encuentra en la sierra de los Filambres a 1860m de altitud.

Durante el trayecto, sin tener que entrar al pueblo de Velefique, que vemos colgado en la ladera de la montaña, vamos viendo bancales donde se cultiva no solo el almendro, que predomina, sino también otras especies de árboles y cereales.

Su asfalto es estupendo, con poco tráfico, curvas de 180 grados hacen de este puerto un verdadero paraíso para los moteros.

Tiene curvas infinitas que se van enlazando diseñando un zigzagueo perfecto hasta la cima, la cual parece tocar el cielo.

Ya en la cima el paisaje es de alta montaña con innumerables pinos y unas vistas espectaculares.

Continuamos hasta el pueblecito de Bacares, pasando por los últimos restos de nieve, que ya bien avanzado el mes de marzo todavía persiste.

El pueblo de Bacares es a sus 1201m el más alto de esta sierra. 

Desde allí continuamos hasta Macael, el pueblo del mármol. Las canteras aquí existentes han sido explotadas desde la antiguedad y son las más importantes de todo nuestro país y unas de las más importantes de Europa.

El mármol de Macael esta presente en los monumentos de todo el mundo como en el Teatro Romano de Mérida, la Alhambra de Granada, el Palacio de Verano ruso, etc.

El mortero más grande del mundo, una pieza de 50000 kg, hecho con tres de sus tipos de mármol esta inscrito desde 2015 en el libro récord de los Guinness y preside una de sus plazas.

En otra, una réplica de la Fuente de los Leones de la Alhambra, el monumento a la madre, las manos que aplauden, hay tantas esculturas marmoladas como plazas y todas bonitas.

Decidimos atravesar las canteras por la AL-840 que discurre entre las tremendas piezas de mármol que asemejan enormes azucarillos dispuestos a nuestros lados.


Impresionan las montañas totalmente horadadas por las canteras y como sigue saliendo de allí el preciado material.


Y volvimos a Aguadulce disfrutando de los bonitos paisajes que nos ofreció la A-349.
La segunda ruta iba a ser por el espectacular Cabo de Gata, San Juan de los Terreros y aprovechar para hacer la visita a la Geoda de Pulpí donde por fin habíamos conseguido entradas.


El Parque Natural Cabo de Gata es un entorno natural de carácter semidesértico y volcánico donde la fauna y la flora terrestre y marítima es un tesoro.
La cantidad de rocas volcánicas emergidas por encima del agua es muy pequeña en comparación con la sumergida.
Las formaciones dunares, las salinas, los acantilados y la posidonia hacen de este reducto un lugar increíblemente bello y distinto.


Nos dirigimos en principio al Faro de Cabo de Gata al sur más oriental de la península, este punto, siempre ha sido un lugar de referencia para todos los navegantes de la historia.
El faro construido en el año 1863 se edificó sobre los restos del castillo de San Francisco de Paula, sobre un acantilado de 50m y con una altura de 18m,los destellos del faro se podían ver hasta 45km mas allá.

El Arrecife de las sirenas es una formación volcánica erosionada por el agua formando pequeños escollos o islitas donde habitaban las ultimas focas monje que hubo en esta costa, estas y sus sonidos eran confundidos con sirenas por los navegantes de ahí su nombre.


Desde el mirador las bellas formaciones oscuras destacan sobre los acantilados y sobre el bello color turquesa y verde del trasparente agua.


Para llegar al faro hay que atravesar Las Salinas por una gran recta que nos deja ver las barriadas de los pescadores y los salineros.


Llama la atención la iglesia de las Salinas por su elevación y sobriedad. El templo se levantó sobre una plataforma para evitar la entrada de agua y arena.

Las pequeñas barcas de los pescadores que todavía quedan nos acompañan. Y nos recuerdan idílicas imágenes de un recinto todavía hoy protegido y sin masificar.


Después la gran recta se convierte en los últimos kilómetros en una estrecha y revirada carretera que nos lleva hasta el bello y recóndito paraje.


Aquí hay que dar la vuelta y volver a deshacer el camino independientemente de hacia dónde te dirijas.
Nosotros nos dirigimos hasta San José pasando por el Pozo de los Frailes.
Este, es un pequeño pueblecito de blancas casitas donde la tradición y el turismo pelean por ganar.. Siguen conservando su antigua noria de sangre, del s. XIV, llamada así porque eran los animales los encargados de moverla, restaurada no hace mucho la hacen ser junto al molino que luego veremos antes de llegar a San José uno de los lugares y objetos más fotografiados.


El molino se encuentra en medio de esta árida esplanada, tan blanco y solitario le hacen foco de toda nuestra atención.

San José es el núcleo urbano más grande del Parque, cuenta con construcciones bajas y de paredes blancas que proliferan por todos los rincones, en las colinas, en los acantilados, es un pueblo que triplica su población en época turística. Cuenta con un bonito puerto pesquero y deportivo pero lo más llamativo del municipio son sus playas.

No vimos ninguna porque, aunque lo intentamos el acceso a vehículos está restringido y no esta asfaltado, no teníamos tiempo para andar mucho y comenzaba a hacer calor, por tanto, las playas para otra ocasión.

Desandamos parte del trayecto para dirigirnos a Los Escullos. Por la AL-4200 y rodeados de la vegetación propia del parque vamos en busca del Castillo de San Felipe y la Duna fósil.



Estas formaciones geológicas son fósiles de arena formados en la era cuaternaria cuando el mar cubría toda la zona del Parque Natural. La erosión del viento, la lluvia y el oleaje han esculpido tan bellas formaciones.

El Castillo de San Felipe, del s. XVIII, fue una de las muchas baterías defensivas que levanto Carlos III para evitar el ataque de los piratas.

Hay una ruta que trascurre por las torres de vigilancia y castillos que se construyeron a tal efecto a lo largo de toda esta zona de la costa almeriense.


Continuamos por la AL- 4200 hasta La isleta del Moro. Este pequeño pero precioso pueblo es la viva imagen del típico pueblo de pescadores, las barcas al lado de la playa, los obreros justo en ese momento encalando las casas de blanco y azul, la paz, el mar.


Aunque la visita fue corta nos quedamos prendados de su idílica estampa y de la esencia de estos pueblos marineros.


Desde allí nos acercamos al Mirador de las Amatistas desde donde las vistas de la costa son impresionantes.


Por la AL-5106 disfrutamos de las vistas de toda esta costa almeriense, los numerosos faros y bonitas playas, aparecían ante nuestros ojos en cualquier esquina y con pesar de no poder detenernos mas en esta maravilla natural que esta zona, nos dirigimos a San Juan de los Terreros ya que se acercaba la hora de la visita a la Geoda y nos habían aconsejado hacer antes la visita virtual de la que disfrutas en la fortaleza de San Juan.


La fortaleza es una pequeña edificación que formo parte del sistema defensivo que puso en marcha Carlos III para proteger toda esta zona de la costa. Dentro hay una exposición de la vida en los alrededores pero además se pueden disfrutar de una espectaculares vistas de Águilas, ultimo pueblo de Murcia, de los pequeños islotes volcánicos que forman el Monumento Natural de Isla Negra y de la popular Playa de los Cocedores, donde antiguamente cocían el esparto que recolectaban en la zona.
En el museo pudimos ver figuras y objetos relacionados con este material y su uso, algunos muy inesperados.
La visita virtual a la mina Rica y a la Geoda de Pulpi me recordó un poco a las aventuras de Indiana Jones cuando se desliza por las montañas rusas de los interiores de las minas. Me gusto, sí, pero nada que ver con lo que nos esperaría dentro de la verdadera mina.
En la Mina Rica de El Pilar de Jaravia se encuentra uno de los tesoros más preciados de la geología mundial.

La geoda es la más grande visitable del mundo. Es una cavidad de 8 m de longitud y 2 de alto recubierta de cristales de yeso de una trasparencia inusitada. Una verdadera maravilla.


Conseguimos las entradas, porque, aunque los lunes no suelen abrir, este día si lo hacían de modo altruista para que todo lo conseguido fuera para los damnificados del terremoto de Turquía y Siria. Así que debo agradecer doblemente a todos los trabajadores de la Geoda, primero su altruismo y después su grado de implicación en la conservación y todas las facilidades y explicaciones que nos dieron sobre su trabajo dentro de la mina. A posteriori de la visita me hicieron llegar un montón de fotos de la mina y la geoda que me han venido bien para este post.


La mina en su momento exploto un yacimiento de hierro, plomo y plata. Nuestro guía nos hizo vivir el duro trabajo de los mineros.


Después nos adentró un poco en el mundo de la geología enseñándonos la celestina, la baritina y la luminiscencia de todos los minerales que pueblan las paredes de las galerías de la mina.


En 1890 se abandona la explotación de plata y plomo y solo se saca hierro y a partir de la Guerra Civil se abandona la explotación.
La visita a la Geoda es una cosa que si estas por la zona no te puedes perder.


Y ya anocheciendo llegamos al hotel, con la satisfacción de un gran día.

Nuestra  siguiente ruta era solo de medio día, ya que teníamos concertada una visita en Almería por la tarde, pero recorreríamos algunos de los característicos pueblos almerienses.


Pueblos encalados y floridos, de estrechas calles, soleados y pacíficos. Níjar, Lucainena de las Torres y vuelta por Tabernas hasta el hotel.
Níjar es uno de los pueblos declarados más bonitos de España. Las jarapas y la cerámica siguen siendo la base de su economía desde el periodo árabe. Se aprecia en los escaparates de las numerosas tiendas de estos productos.
Los pasajes a cubierto del sol son rincones llenos de encanto, donde incluso a la sombra florecen las plantas.


Situado en las faldas de Sierra Almilla pasear por sus calles de blancas casas donde las coloridas macetas compiten con las flores es un verdadero placer. 


La oficina de Información y Turismo se encuentra situada en el antiguo mercado. Allí mismo se encuentra el Museo del Agua, donde se da a conocer la importancia de este elemento y la singularidad de su gestión a lo largo del tiempo, hay que decir también que antiguamente se hallaba allí una balsa de regulación del riego, de la que hoy solo queda la fuente de el Cañillo, como recuerdo.


Con las indicaciones de la señorita de la oficina, comenzamos nuestro paseo hacia el Portillo, uno de las antiguas puertas al recinto amurallado, hoy es una calle techada que nos conduce hasta el barrio de la Atalaya. En este barrio las casas se apelotonan una encima de otra como blancos copos de nieve hasta la cima. Desde arriba se puede llegar a ver la costa.


La torre vigía vigila nuestros pasos. Las buganvillas crecen por doquier. bonito pueblo que hace honor a su titulo.


El centro neurálgico de la vida social esta en la Plaza de la Glorieta, allí se hallan el Ayuntamiento, una sobria edificación, y la Iglesia-Fortaleza de la Anunciación. Esta última fue construida en el s.XVI para proteger a la población dentro de sus muros. En su torre se aprecia el escudo de Carlos I.
Su interior es de estilo mudéjar, con un artesonado muy bien conservado.

No podía faltar en una pared encalada y florida, el rincón del beso, tan de moda en todos los pintorescos pueblos andaluces. Tras fotografiar y fotografiarnos en todos los bellos rincones de Níjar, lo abandonamos.

Nos dirigimos hacia otro pueblo que también ostenta el titulo de "los más bonitos de España": Lucainena de las Torres. La tranquilidad es la nota predominante en este pueblo. Sus calles estrechas y empinadas lucen hoy casi desiertas. 


Su iglesia construida sobre una antigua mezquita ha sufrido multitud de reconstrucciones y  preside la plaza junto al Ayuntamiento, este es el corazón de este pequeño pueblo.
Pero lo mas interesante esta en las afueras de Lucainena, son los hornos de Calcinación donde se quemaba los carbonatos del hierro antes de comercializarlo, cuando la actividad minera era importante en esta localidad.

Por la vía férrea que se utilizaba para el transporte de los minerales pasa hoy una cómoda e interesante Vía Verde.
Continuamos nuestra ruta adentrándonos en la Sierra Alhamilla, a pesar de estar cerca del mar, llega a alcanzar los mil metros de altitud. Los acebuches y encinas pueblan sus bosques. La fauna campa a sus anchas por las casi desiertas carreteras por las que circulamos, vemos serpientes cruzando tranquilamente la carretera y varios jabalíes muertos en las cunetas, atropellados. 
De la sierra al desierto y por supuesto cambia totalmente el paisaje. El desierto de Tabernas es el único de Europa. Aquí se pueden ver formaciones rocosas originadas por la erosión como taludes, cárcavas y torrenteras creando paisajes desoladores y vacíos.


Las compañías cinematográficas han aprovechado este paisaje para rodar, en un principio películas tipo westerns y luego de aventuras como Indiana Jones o últimamente Juego de Tronos.
Hay varios parques temáticos que dejan disfrutar al visitante de los antiguos platos.


La siguiente ruta seria en busca de la Alpujarra. Tras atravesar Berja nos dirigimos hasta el Puerto de La Ragua, el Bayarcal seguimos hasta Laujar de Andarax, Puerto de Enix y Vicar, para volver a Aguadulce.


La Alpujarra es tierra de vinos, jamón, embutidos y mantecados, pero sobre todo lo es de naturaleza, vegetación, agua y montaña.
Nos dirigimos hacia El Ejido viendo el mar de plástico que crea a la vista la multitud de invernaderos existentes a lo largo de varios pueblos.
Cruzamos el pueblo de Berja, desde ahí por la A-337 comienza una sinuosa carretera que a partir de Picena se convierte en una ruta espectacular, tanto es así que sin tenerlo previsto seguimos por esta bellísima carretera hasta el alto del puerto de La Ragua, donde después de la foto de rigor con el cartel de cima, volvemos a bajar hasta el desvió que nos llevara hasta Bayarcal por la AL-5402.


Antes de entrar al pueblo hay un cartel  que dice: "El Bayarcal, camino del cielo" "Tierra de vino y setas". Es el más alto de la provincia de Almería y se encuentra a una altitud de 1255m.


Continuamos por esta entretenida carretera hasta Laujar de Andarax que es la capital de la Alpujarra Almeriense. Laujar se encuentra en un bello valle, entre Sierra Nevada y la Sierra de Gador, a 921 m de altitud.
En la Oficina de Información y Turismo nos ofrecen varias rutas para conocer este bonito pueblo. Elegimos la ruta de Los Pilares. Diecisiete pilares o fuentes dispuestas por rincones de la localidad que nos enseñan la importancia del agua, que baja de los manantiales de la sierra, el más antiguo es el de la plaza construido en 1684 de estilo barroco y cuatro caños.
Paseamos por sus empinadas calles de casas blancas en busca de los pilares, ello nos permite a la vez contemplar el resto de lugares de interés.
De la antigua alcazaba árabe apenas quedan murallas sin embargo en la Iglesia de la Encarnación, construida sobre una antigua mezquita, se deja ver el estilo mudéjar mezclándose con el barroco de su dorado retablo, llama la atención en lo más alto el emblema de la villa con un barco y dos cuervos.


Por su tamaño se la conoce como la catedral de la alpujarra. Preside la plaza Mayor, el Ayuntamiento y dispersas por sus calles varias casas señoriales de los siglos XVII y XVII se dejan descubrir a nuestro paso destacan la Casa Palaciega de los Moya, la de los Calvache, la del Vicario.
Acabamos en el Mirador de la Vega, junto a la estatua de Villaespesa, poeta y novelista nacido en esta localidad, desde aquí podemos contemplar todo el valle. Como el calor comienza a apretar decidimos ponernos en marcha.


Salimos de Laujar para dirigirnos hacia el Nacimiento del rio Andarax. Es una zona recreativa bastante agradable pero el rio apenas lleva agua. Así que sin entretenernos mucho seguimos ruta por la A-391, carretera también bastante sinuosa y alegre, pasamos por el Puerto de Enix.


Ya en el municipio de Vicar sembrando las laderas del valle, mirando al mar, en los numerosos miradores por allí sembrados, han colocado bancos con frases motivadoras y otros elementos para conseguir fotografías originales del mar Mediterráneo y del mar de plástico que desde ellos se observan.
"Nací en el Mediterráneo" y el "Del amor" son dos de ellos.

Vicar se ha hecho muy conocido por sus murales, se ha puesto en el mapa por sus calles coloridas y decoradas. El arte callejero tan de moda, aquí se ha sabido integrar en calles y fachadas haciendo que pasees por sus encaladas calles en busca del detalle.
Los murales cambian cada año de tema, este año toca la mitología griega.

El pueblo es más que los murales, la Plaza del Barranquillo, el Ayuntamiento, la iglesia-fortaleza de San Benito, por supuesto un recorrido amenizado por las obras de arte que plagan los más recónditos rincones.

Era nuestro ultimo día, mañana saldríamos de ruta hacia otros lugares, por lo que decidimos por la tarde descansar de moto y ver alguna cosilla pendiente que nos faltaba en Almería capital.
El monumento por excelencia de la ciudad es la Alcazaba, esta construida en época de dominación árabe sobre un cerro, desde allí vigila  la ciudad y la bahía. Forma junto con la muralla y el cerro de San Cristóbal un impresionante conjunto defensivo.
 

El Conjunto Monumental cuenta con dos recintos islámicos y un castillo cristiano.
La entrada a la fortaleza se realizada a través de una torre albarrana, tras pasar por la conocida como Puerta de la Justicia, se accede al primero de los recintos islámicos.
En este primer espacio antes había un entramado de calles y viviendas, actualmente, debido a reformas posteriores ahora vemos unos jardines. No obstante podemos observar restos del antiguo sistema de abastecimiento de agua.


Accedemos al segundo recinto a través del Muro de la Campana de la Vela. La otra torre, la del Homenaje fue escenario de la serie Juego de Tronos. Las dos torres que franquean el muro sirven de miradores, dadas las espectaculares vistas que desde aquí tenemos de la ciudad.


La zona de los Palacios nazaríes se encuentran en recuperación. La ultima zona del conjunto es la del castillo cristiano. Sobre el antiguo palacio islámico construyeron los Reyes Católicos un nuevo edificio.


El centro neurálgico de la ciudad esta en la Puerta de Purchena, aunque de la antigua puerta de acceso no queda ningún resto, podemos observar varias cosas que llaman nuestra atención como la original casa de las Mariposas


Otro lugar al que se van los ojos es al kiosko y es que el Amalia es un lugar emblemático de la ciudad y el único sitio donde se puede degustar el original e inigualable americano. Esta icónica bebida almeriense esta compuesto de leche caliente, licor de crema de cola, azúcar, piel de limón y canela. Uhmmm! Muy rico.


En la Plaza también vemos la emblemática fuente conocida como "El Cañillo" y la estatua de Nicolás Salmerón, presidente de la I Republica.
Aunque lo que venimos a buscar casi no se ve, pasa desapercibido. Son los Refugios de la Guerra Civil.
Esta, debería de ser una visita casi obligatoria, por todo lo que tendríamos que aprender de los terribles acontecimientos que se vivieron entonces. Acompañados de un estupenda explicación del guía, pudimos ver este entramado de túneles subterráneos donde la gente se cobijaba de los ataques aéreos con los que fue asediada la ciudad.

Almería sufrió 52 bombardeos por aire y mar, con mas de cuatro kilómetros de longitud, en estos túneles se podían albergar hasta 40000 habitantes.
Desde la casa de las personas pudientes había accesos directos, aparte para la población en general existían diversas entradas. Los bancos de los laterales era donde se sentaban a esperar casi en penumbra a que el ataque pasase y poder salir.
Disponían un pequeño recinto que hacia las veces de minúsculo hospital, donde todavía se conservan objetos médicos de la época y el suelo original.
Fue, para mí, esta visita una de las cosas más impactantes de este viaje.

Como en todas las ciudades otro sitio de visita obligada, es la catedral, está fue construida tanto para el culto como para la defensa de la población de los ataques berberiscos, de ahí sus anchos muros y su escasa altura. Es de estilo gótico tardío, en su exterior la sobriedad es uno de los aspectos que denotan ese carácter de fortaleza defensiva al templo. En la inmensa Plaza con pavimento de mármol de Macael hay veinticuatro grandes palmeras y en ese lugar fueron rodadas algunas de las escenas de la película "Patton".


De toda la catedral lo más icónico es, en uno de sus muros exteriores, el Sol de Portocarrero, que se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Con cara humana dicen que representa la justicia y el renacimiento.

El Cable Ingles de Almería es un antiguo cargadero portuario que servía, como de si de un viaducto se tratase, para llevar desde la estación de tren el mineral al mar, reduciendo notablemente el tiempo de carga de cada barco. Cayo en desuso en 1973, pero ahora protegido como patrimonio industrial y bien conservado es otro de los lugares curiosos de la ciudad.


Ya hemos hablado de numerosos escenarios de películas y series, y es que Almería es tierra de cine. Existen rutas cinematográficas, la casa del Cine, donde vivió John Lennon durante el rodaje de "Como gane la guerra", y un Paseo de la Fama con estrellas que rinden homenaje a los actores y cineastas que por allí han trabajado.

Un buen tapeo por las tabernas más nombradas da por finalizada nuestra estupenda visita a la capital de tan bella provincia.

Salimos en dirección a Cazorla donde haríamos una ruta con nuestro amigo Antonio, acabando en el nacimiento del rio Mundo, que bajaba con agua, aunque no era momento del reventón.


Pero no podíamos irnos de Almería sin ver Vélez Blanco y su esplendido castillo que se distingue desde la lejanía.


Cuando llegamos estaba cerrado. Cuando vino la chica encargada de abrirlo nos dejo el honor de hacerlo con una inmensa llave. ¡Menudo peso que traía en el bolso!


El castillo de los Fajardo del S. XVI fue edificado sobre las ruinas de una alcazaba musulmana.


Su aspecto es de fortaleza gótica pero realmente es un palacio renacentista organizado alrededor de un bello patio esculpido en mármol blanco de Macael.
Realmente todo lo que hoy vemos en su interior son reconstrucciones, ya que el original esta expuesto en el Museo Metropolitano de Nueva York. Aunque suene raro fue vendido a un millonario estadounidense que se lo llevo piedra a piedra.


La Junta de Andalucía lleva mucho tiempo y dinero invirtiendo en su reconstrucción pero entre cambios políticos e impedimentos artísticos, las cosas de palacio van despacio, las mejoras son apenas evidentes.


Desde el castillo tenemos unas vistas privilegiadas del núcleo urbano de Vélez Blanco, apreciándose sobre todo el entramado de callejuelas medievales que componen la Morería.


En este municipio, a las afueras del pueblo, se encuentra la Cueva de Los Letreros, que es el lugar donde se encontró la pintura rupestre del Indalo, símbolo de Almería. El de la foto esta en Almería capital pero hay muchos diseminados por toda la provincia.


Atravesamos el Puerto de María con los arboles floridos, combinando campos de color blanco, con rosa y verde, haciendo las delicias a nuestra retinas. Así nos despedimos de esta bella tierra, que aunque ya habíamos visitado en alguna ocasión, ahora al hacerlo a fondo nos sorprendió muy gratamente. 
Una estupenda ruta atravesando Cazorla de la mano de nuestro buen amigo Antonio, nos deja ver la flora y la fauna de tan maravilloso paraje. 


El nacimiento del rio Mundo es espectacular aunque no se encuentre en el mejor momento, merece la pena desviarte un poco si pasas cerca para poder contemplarlo.


Con esto y poco más nos dirigimos al norte donde descansaremos unos días de tanto pero tan divertido ajetreo.




Y como siempre digo ME ENCANTA VIAJAR Y SI ES MOTO MAS.




















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